19 de abril de 2009

Sesión que no rindió lo esperado en la Col. 21 de Marzo

Reconstrucción: Sesión que no rindió lo esperado en la Col. 21 de Marzo
Presenta: Miguel Ángel García Pérez
Xalapa, Ver., a 27 de marzo de 2009

Detección del problema y descripción.
A continuación se presenta la Reconstrucción del día 9 de marzo de 2009, correspondiente a la sesión 1 "Pendiente y proporcionalidad" de la Asignatura de Matemáticas. El grupo a referir es el de segundo grado "A" de la Escuela Telesecundaria Colonia 21 de Marzo. Dicha sesión tenía como propósito que determinar el efecto de la pendiente en expresiones de la forma y= mx donde la ordenada al origen es cero, es decir, en relaciones de proporcionalidad.
La situación problemática que planteo es la siguiente: ¿Cómo mantener el control de alumnos que después del receso se encuentran muy cansados y además les resultan aburridas las matemáticas?
De principio sólo trabajé con seis estudiantes, pues el resto del grupo asistió a un evento deportivo, sin embargo, decidí aplicar la planeación en la medida de lo posible, dado que el trabajo sería individual, además el tema era complicado, por lo que este día los mencionados alumnos me darían indicadores sobre los problemas que encuentran a lo largo de la sesión y por otro lado, me apoyarían con el trabajo al día siguiente (ciertos motivos impidieron que se diera esta última situación).
Como inicio de sesión pedí que nombraran e identificaran los elementos del plano cartesiano, con la finalidad de ver si entenderían los conceptos que se manejarían a lo largo de la secuencia y se supone ya debían conocer y, en efecto el grupo (los seis alumnos) me sorprendieron, pues conocían todos los elementos del plano. Así pues, iniciamos con los problemas que tenía planeados para ese día, cabe destacar que éstos no eran los del libro, pues opté por dosificar los contenidos y crear mi propia secuencia, siempre y cuando las actividades correspondían al propósito por alcanzar.
Los alumnos resolvían los problemas gráficamente, aunque podría decir que lo hacían muy lento, además de momento se paraban sin motivo alguno para ir a golpear a alguno de sus compañeros, o también solían mentarse la “madre” constantemente, lo cual obligaba a llamarles la atención, lo que a su vez los molestaba y tendían a retarme, pues al parecer están acostumbrados a hacer esto continuamente, reconociendo que la medida es enviarlos a la dirección. Así, esta situación alentaba en mayor grado las actividades, de igual manera al realizar las revisiones individuales sobre sus avances noté algunos errores en el graficado, que tendrían como consecuencia un resultado no acertado, por ende les pedía que lo volvieran a realizar, toda vez que les indicaba como hacerlo.
De momento prestaban total atención y por otro parecían olvidar que yo estaba ahí y volvían al juego, sin embargo, mostraron confusión en un problema, al cual decidí agregarle una variable no manejada en el libro, les di la explicación correspondiente y en el pizarrón mostré la forma de realizarlo, aun así, no les quedó claro, en este sentido tomé la decisión de eliminar dicho problema para el día siguiente. Cabe destacar que los problemas planteados tenían estrecha relación con lo que hacen regularmente, como caminar o ir a comprar algunos artículos.
Tras la resolución gráfica de los problemas el siguiente paso era ir directamente a al graficado de funciones sin pasar por un problema, de hecho, los problemas de inicio forman parte del primer encuentro del alumno con lo que se tratará en la secuencia, además pone en juego lo que el alumno conoce, así como sus habilidades. Para ese momento tenía planeado que realizaran el graficado de tres funciones para reafirmar lo aprendido, sin embargo, ellos dijeron estar hartos ya del trabajo y se rehusaron a realizarlas, es por ellos, que les propuse que realizaran sólo una y no las tres, de esta forma cedía yo pero ellos también, por fortuna los alumnos accedieron, aunque no muy convencidos, porque incluso algunos bostezaban, pero noté que no lo hacían por sueño o aburrimiento sino por molestarme...
Puedo decir que realizaron el graficado, sin embargo, no les quedó claro el concepto de pendiente o el papel de ésta en el graficado, cuando les preguntaba si habían entendido, decían que sí, pero en realidad me daban el “avionazo”, al pedirles que lo explicaran, se quedaban con cara de ¿y en qué momento dijo eso?
Análisis
Considero que un elemento importante en esta sesión fue la disciplina de los estudiantes, la cual, en vista de ser negativa, no favoreció un ambiente de trabajo agradable, pues con leves llamadas de atención se sentían ofendidos o agredidos, y con la intención de retar.
En este sentido la disciplina tal como dice Esteve (1998), forma parte de “un problema unido a nuestros sentimientos de seguridad y a nuestra propia identidad como profesores”, porque en efecto, al término de la jornada, no me quedaban ganas de volver a la escuela, de hecho paso por mente: “ya no quiero ser maestro”, a pesar de que siempre he mantenido mi identidad con la profesión. Al respecto considere que tenía que poder más que el grupo, pues grupos así son los que hacen al verdadero maestro, si se puede con un grupo difícil, cualquier otro que se ufane de serlo no causará el mayor problema y si lo causa, al menos tendré un referente de cómo tratar este tipo de situaciones. En este sentido, es necesario una “forma de organizar la clase para que trabaje con un orden productivo” Esteve (1998).
Como mencionaba líneas atrás, la indisciplina del grupo repercutía en el avance de las actividades, en este sentido, concuerdo con Zubillaga (1998), cuando refiere a los dos objetivos de la disciplina escolar: “permitir que se realice la función del proceso de enseñanza-aprendizaje y ayudar en la formación del individuo”. En cuanto al primer señalamiento ya hice la acotación correspondiente, pero respecto la segunda parte, la disciplina se basa en reglas, las cuales los alumnos deben reconocer que se hallan dentro de la sociedad a la que pronto habrán de integrarse.
En cuanto al contenido de la sesión, considere el uso de problemas de inicio, porque es el eje medular de la reforma que rige actualmente a las escuelas secundarias, y también basándome en el hecho de lo que diversos autores defienden, ya que el trabajo con ellos, favorece múltiples rasgos. En el sentido de la didáctica, “una clase en la que se resuelven problemas es también una clase que implica un desarrollo” Aebli (1995), pues los alumnos ponen en juego, las formas que conocen para resolver el problema planteado, posteriormente hacen contacto con el planteado en la sesión, en caso de no haber sido hallado entre ellos, lo cual abona un nuevo elemento a su repertorio de heurísticos.
También, reconozco que la secuencia didáctica plantea iniciar a los alumnos en el tema con el planteamiento de problemas, para ir avanzando hasta el momento en el que se le solicitan únicamente ejercicios, para ello es preciso establecer la distinción entre problema y ejercicio, así pues, el primero refiere a: “una situación que un individuo o grupo quiere o necesita resolver y para lo cual no dispone de un camino rápido y directo que lo lleve a la solución” Lester (citado por Pozo). Por otro lado, al ejerció lo consideramos como el uso de destrezas o técnicas sobreaprendidas (es decir, convertidas en rutina automatizada como consecuencia de una práctica continuada). Pozo (1998).
Valoración
La sesión no resultó como esperaba precisamente por la constante indisciplina de los estudiantes, si bien es cierto están acostumbrados a ser enviados a la dirección no quise realizar tal medida, pues de por sí tenía sólo sea alumnos, la situación empeoraría.
También, me di cuenta que algunas variables que para mí pueden ser sencillas para ellos es sumamente difícil diferenciar y discernir entre lo que le es útil o no. Entonces, puedo darme cuenta que algunos problemas no son aptos para aplicarlos con los alumnos.
Por otro lado, también es preciso reconocer que después de la una de la tarde los alumnos ya no están muy interesados en la realización de las actividades, aunado a ello, mencionan que normalmente no hacen nada, que hay quienes avanzan contestando sus libros en casa, y otros que nunca lo han iniciado, es por ello que durante el día se sintieron muy presionados para la realización de las actividades, a decir de ellos “si trabajaron”.
Cabe notar que uno de los alumnos más inquietos en otras asignaturas, estaba muy centrado en el tema, de hecho fue el que más rápido comprendió el tema, y por tanto, lo utilice como apoyo para aquellos que aún no terminaban, de tal forma que yo atendía a otros más. Aunque este joven, sólo se muestra atento en matemáticas, pues en las demás tiende a causar el desorden y no realizar las actividades.
Me atrevo a decir que a pesar de considerar que fue la clase más difícil por la lucha por el control de grupo (sólo seis alumnos), el maestro en tiempo posterior me hizo la observación de que estos alumnos no habían asistido al evento deportivo, precisamente por sus actitudes de desacato, y que además continuamente se rehusaban a trabajar, e incluso en determinados momentos se veía en la necesidad de mandarlos a la parte de atrás de salón a “no hacer nada” para que no molestaran al grupo. De hecho una de sus recomendaciones fue la de apartarlos en caso necesario para trabajar con aquellos que si mostraran interés por hacerlo, sin embargo, vi esta sugerencia más como un reto para integrar a estos alumnos al trabajo, pues reconozco que a pesar de la “lata” que dieron si realizaron las actividades, aunque si fue necesario mucha presión y llamadas de atención
Así pues, considero necesario, el diseño de algunas estrategias que contrarresten lo antes planteado, lo cual será tratado en el siguiente apartado.
Reconstrucción
Dada la indisciplina es menester fijar algunas reglas de convivencia desde el inicio, noté que cuando la “amenaza” funciona, sobre todo cuando quieren salir y se les dice que sin actividad y la compostura correcta no salen, los alumnos parecen unos “angelitos”, sin embargo, en la próxima jornada pensaré en otras formas, que no sea precisamente la amenaza. Tal vez aplique lo que hice en el semestre pasado: tarea extra a los que muestran un comportamiento que interfiere con las actividades de los demás. Aunque finalmente se cae en el chantaje, pero en algunas ocasiones no hay más remedio…
También, es necesario centrar la atención en aquellos alumnos que muestran habilidad e interés en una asignatura para no perderlos en otras, podría utilizarlos como monitores, como mencionaba líneas atrás que así lo hice.
También tengo ideado separar a los alumnos que son causa del desorden y repartirlos por el salón, sobre todo si el trabajo es de equipo, y si no lo es, de todas maneras hacerlo, pero con algún otro pretexto, como ser vigilantes de quienes trabajan a su alrededor y quienes no, esto podría motivarlos a centrarse en las actividades, pues no puedo señalar algo que él tampoco hace.
En cuanto a la selección de los problemas, quizá deba prever aquellos que podrían causarles dificultad en un inicio, para plantearlos más adelante cuando hayan adquirido mayores elementos, o bien plantear algunos más sencillos que asciendan en orden de complejidad.
Por último, sólo resta mencionar que esta experiencia forma parte del repertorio de aprendizajes, pues de alguna forma me hace pensar, idear y diseñar formas de trabajo para el grupo. Si bien la situación de este día resultó cansada e incluso “frustrante”, es simplemente un escalón más por superar.







Bibliografía:
Esteve, José, “La aventura de ser maestro”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 266, febrero, Barcelona, Praxis, 1998, pp. 45-50.
Zubillaga Rodríguez, Ana Cristina, “Los alumnos ante la disciplina escolar”, en Gabriela Ynclán (comp.), todo por hacer. Algunos problemas de la escuela secundaria, México, Patronato SNTE para la cultura del maestro mexicano, 1998, pp.141-182
Aebli, Hans (1988), “Didáctica de la narración y disertación” y “enseñanza que soluciona problemas que interroga y desarrolla” en Doce formas básicas de enseñar, Madrid,Narcea, pp. 47-56
Pozo, Juan Ignacio (1998), “Introducción: la solución de problemas como contenido de la Educación Obligatoria” y “La solución de problemas como habilidades generales” en La solución de problemas. México , Santillana. Pp 14-34

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