Considero que dar respuesta total al punto a desarrollar es muy complejo, sin embargo tomaré sólo algunos puntos que considero son parte imprescindible para crear un ambiente ordenado y con miras al trabajo escolar.
En primera instancia el mantener el orden en toda la escuela debe sustentarse en un reglamento, donde existan sanciones acordes a la falta cometida, quien establecerá dichas normas será el director, el cual deberá ser una persona firme en sus decisiones y estricto, y cuando digo estricto no me refiero a alguien exagerado, que por cada acción de indisciplina expulse a los alumnos, sino alguien que cumpla el reglamento y analice los casos en particular para tomar una decisión, es decir, una persona que aplique el reglamento. Por otro lado en el aula el profesor como máxima autoridad de la misma, debe establecer normas que mantengan el orden, saber en que momento se precisan de sanciones, se necesita de un docente estricto mas no estilo Hitler, alguien que ejerza el orden sin perder la confianza de los alumnos o un ambiente agradable.
Del mismo modo que tanto el director, a nivel de todo el plantel educativo y el docente en el aula buscan mantener el orden a base de normas y sanciones ante la violación de éstas, encontramos una estrecha relación con el hecho de buscar un ambiente de trabajo, pues es de reconocerse que sin orden no hay trabajo o si lo llega a haber no será productivo, en este sentido para buscar que los alumnos trabajen es necesario cierto orden, pues si existiera una escuela o aula sin normas sería un caos donde los alumnos no harían caso al maestro y por ende no trabajarían, es decir, se perdería la esencia del proceso enseñanza-aprendizaje, si de por sí la calidad educativa está por debajo de lo que exige este mundo globalizado y cada vez más complejo, que exige competencias para la vida.
Por otro lado creo que es necesario que el orden y las sanciones al desorden no sólo se apliquen a los estudiantes sino también a los docentes, es decir, ser congruentes, por ejemplo, si se pide puntualidad, ésta debe exigirse tanto al alumno como a todo el personal el plantel. También hay que reconocer en el alumno a un adolescente que piensa que todo cuanto hace es correcto y que quienes lo reprenden son sus enemigos, por lo que tiende a romper las normas y por ende al desorden, pues como se suele decir: "las reglas se hicieron para romperlas".
Así pues es menester informar al alumno acerca de la importancia de mantener el orden, y los maestros deben estar conscientes de cuan necesario es para el buen funcionamiento de la clase. En el aula podría aplicarse alguna dinámica que permita a los alumnos relajarse y moverse, pues por lo común el desorden se da por aburrimiento y cansancio, por ende el maestro debe ser dinámico y no ser monótono en la forma de impartir su clase, pues los estudiantes se desesperan.
En definitiva, es importante tener el control dentro del grupo, pues el hecho de que el maestro pierda este control o manejo de grupo equivale a perder el respeto y las posibilidades de lograr trabajar con los alumnos, pero también el descontrol no sólo pone en jaque al aula sino a la escuela, por lo cual la necesidad de normas y sanciones. Sin normas no hay orden sin orden no hay trabajo sino sólo caos.
En primera instancia el mantener el orden en toda la escuela debe sustentarse en un reglamento, donde existan sanciones acordes a la falta cometida, quien establecerá dichas normas será el director, el cual deberá ser una persona firme en sus decisiones y estricto, y cuando digo estricto no me refiero a alguien exagerado, que por cada acción de indisciplina expulse a los alumnos, sino alguien que cumpla el reglamento y analice los casos en particular para tomar una decisión, es decir, una persona que aplique el reglamento. Por otro lado en el aula el profesor como máxima autoridad de la misma, debe establecer normas que mantengan el orden, saber en que momento se precisan de sanciones, se necesita de un docente estricto mas no estilo Hitler, alguien que ejerza el orden sin perder la confianza de los alumnos o un ambiente agradable.
Del mismo modo que tanto el director, a nivel de todo el plantel educativo y el docente en el aula buscan mantener el orden a base de normas y sanciones ante la violación de éstas, encontramos una estrecha relación con el hecho de buscar un ambiente de trabajo, pues es de reconocerse que sin orden no hay trabajo o si lo llega a haber no será productivo, en este sentido para buscar que los alumnos trabajen es necesario cierto orden, pues si existiera una escuela o aula sin normas sería un caos donde los alumnos no harían caso al maestro y por ende no trabajarían, es decir, se perdería la esencia del proceso enseñanza-aprendizaje, si de por sí la calidad educativa está por debajo de lo que exige este mundo globalizado y cada vez más complejo, que exige competencias para la vida.
Por otro lado creo que es necesario que el orden y las sanciones al desorden no sólo se apliquen a los estudiantes sino también a los docentes, es decir, ser congruentes, por ejemplo, si se pide puntualidad, ésta debe exigirse tanto al alumno como a todo el personal el plantel. También hay que reconocer en el alumno a un adolescente que piensa que todo cuanto hace es correcto y que quienes lo reprenden son sus enemigos, por lo que tiende a romper las normas y por ende al desorden, pues como se suele decir: "las reglas se hicieron para romperlas".
Así pues es menester informar al alumno acerca de la importancia de mantener el orden, y los maestros deben estar conscientes de cuan necesario es para el buen funcionamiento de la clase. En el aula podría aplicarse alguna dinámica que permita a los alumnos relajarse y moverse, pues por lo común el desorden se da por aburrimiento y cansancio, por ende el maestro debe ser dinámico y no ser monótono en la forma de impartir su clase, pues los estudiantes se desesperan.
En definitiva, es importante tener el control dentro del grupo, pues el hecho de que el maestro pierda este control o manejo de grupo equivale a perder el respeto y las posibilidades de lograr trabajar con los alumnos, pero también el descontrol no sólo pone en jaque al aula sino a la escuela, por lo cual la necesidad de normas y sanciones. Sin normas no hay orden sin orden no hay trabajo sino sólo caos.
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