3 de abril de 2008

LOS PRINCIPIOS FILOSOFICOS DE LA EDUCACION MEXICANA

LOS PRINCIPIOS FILOSÓFICOS DE LA EDUCACIÓN MEXICANA
AUTOR:
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA PÉREZ


Debido a los acontecimientos que se vienen dando en la actualidad, tales como la propuesta por parte de los católicos para impartir religión en educación pública, el rezago educativo como consecuencia del abandono de estudios y deserción escolar, es necesario reforzar el conocimiento de los principios filosóficos, pilares de la Educación Básica Mexicana, para lo cual ahondo en este texto una explicación amplia acerca de laicidad, gratuidad y obligatoriedad, abordando eficazmente sobre los beneficios de conocerlos, en qué consisten y su influencia en el trabajo docente, esperando cumpla su función como instrumento de valoración y critica.
Iniciaré hablando del principio de laicidad, al cual lo vamos a entender como la independencia en educación de los organismos religiosos, pero antes de entrar en materia, veamos de manera muy breve desde cuando aparece dicho principio filosófico. La educación laica es definida como una educación que se mantiene neutral sobre todas las doctrinas (religiosas, filosóficas, morales, políticas, económicas, etc.). Ahora bien, quizás sea posible para un profesor de matemática dictar una clase de una hora de duración sin influir sobre sus alumnos en cuanto se refiere a estos temas significativos.
En la Constitución de 1857 aparece por vez primera la independencia de la iglesia; continua en la de 1917; el 14 de diciembre de 1874 queda explícitamente prohibida la instrucción religiosa; en la ley del 23 de marzo de 1888 se excluyen a los ministros de culto en la enseñanza y posteriormente en el artículo 3º de la Constitución de Querétaro se destaca que las instituciones educativas no tendrán relación alguna con corporaciones religiosas, de esta forma en 1917 se extiende el laicismo a las escuelas particulares en el nivel primaria. Así, esta etapa comprendida de 1857 a 1917 la denominaremos laicismo moderado, en el cual se mantenía cierta neutralidad respecto de la religión. Posteriormente en 1926 se repitió la prohibición de que los directores fueran ministros de algún culto, con lo cual se pasó al laicismo agresivo, separando completamente Escuela-Religión.
En 1931, todas estas acepciones de laicidad se extienden a las escuelas secundarias. Finalmente, durante la administración del Presidente Carlos Salinas de Gortari, se modificó el artículo 3º constitucional con restricción del laicismo sólo a la educación impartida por el Estado. Igualmente encontramos en la Ley General de Educación en su artículo 5º la libertad de creencias y en el artículo 10 de la Ley Estatal de Educación marca se estrictamente que la educación debe ser laica y ajena a toda doctrina religiosa.
A partir de estas premisas nacen ciertas necesidades para el maestro, tales como: ¿por qué conocer este principio?, ¿cuál es su influencia en el trabajo docente?. Considerando la diversidad de religiones existentes hoy en día, es necesario formar una conciencia de tolerancia como docente, así será menester no provocar en ningún momento algún tipo de conflicto que pudiera incomodar a algún alumno, o si se diera el caso sería incorrecto reprimir, insultar o encaminarlo hacia la religión preferida del docente. Debemos entender que uno de los pilares de la Educación es el fomento de valores y sería incongruente mostrar algún tipo de intolerancia por las preferencias de los estudiantes.
Asimismo, el hecho de poseer o no una religión me obliga, en el caso de tenerla a no predicar en el aula de clases algo referente a mi religión, como para convertir a aquellos que traen consigo otras tendencias, por otro lado, en el caso de no creer en nada de lo predicado en las distintas religiones, sería catastrófico atentar contra cada una de las creencias imperantes e /o inculcadas en los jóvenes y decirles que todo es mentira o su religión es falsa, se violaría el artículo 3º constitucional y la Ley General de Educación, así como el valor de la tolerancia.
Y retomando el punto que se está cocinando actualmente, respecto a la propuesta de la iglesia católica de impartir religión, debería considerarse que antaño era parte de la escuela pública porque era la única religión aceptada, principalmente en la época colonial, sin embargo hoy en día hay infinidad de doctrinas, lo cual implica libertad de creencias, y el catolicismo busca inmiscuirse en la Educación Pública con el pretexto de la falta de valores, y de esta manera adquirir más adeptos, pues ciertamente los está perdiendo, posteriormente podría desplazar y rebelarse contra el poder gubernamental y las decisiones que éste considere pertinentes, trayendo consigo múltiples consecuencias al aparato estructural Mexicano, consideremos de manera irónica o hipotética: en el año de 1810 se suscitó la Guerra de Independencia, en 1910 la Revolución Mexicana, cabe preguntarse, ¿Qué nos depara el 2010? Podría darse el caso de una rebelión por el poder religioso.
Toca turno de mención a uno de los principios que parece ser motivo de discusión y ha sido colocado en tela de juicio en la Educación Pública al cobrarse las “cuotas voluntarias”, me refiero a la Gratuidad, la cual es citada por primera vez el 27 de diciembre de 1865; luego en las leyes de 1867, 1891 y 1908. Posteriormente aparece en el artículo 3º de la Constitución de 1917. En la Ley General de Educación podemos encontrar este principio en el artículo 6º, así también en la Ley Estatal de Educación correspondiente al Estado de Veracruz en su artículo 11º. Entendemos a este término como algo que no cuesta dinero, principio de Gratuidad, asentado en el artículo 3º constitucional y en las leyes antes mencionadas, se aplica a la Educación Pública.
Tal principio filosófico nos hace ver que en ningún momento se privará a algún individuo del derecho a la educación por causas de bajos recursos económicos, ni tampoco se podrá obligar a los padres de familia a pagar una cuota, muchas veces acordada por la Sociedad de Padres de Familia, en primera, porque esto atenta o viola las leyes que sustentan el principio de Gratuidad, y en segunda, porque en caso de no poder pagar la cantidad solicitada como cooperación, el o los alumnos se verían en la necesidad de renunciar a la Educación, es decir salirse de la escuela y pasar a formar parte del rezago educativo. Si de por sí los índices de reprobación y deserción son muy altos, y que apareciera un maestro que desconociera este pilar educativo, sólo contribuiría a más deserción y/o abandono de los estudios por parte de individuos en edad escolar, contribuyendo a lo antes mencionado, el rezago educativo.
Sin embargo, a veces es muy necesario hacer uso de la cuota voluntaria para la subsistencia y mantenimiento de la escuela, ya que muchas veces ésta no recibe los apoyos suficientes y/o necesarios por parte de las autoridades gubernamentales y educativas, así la institución se ve en la necesidad de recurrir a la aplicación de esta cuota económica, pero dada la existencia Padres de Familia con la imposibilidad de aportar la cantidad establecida por mínima que sea, la escuela no puede ni debe negar el servicio de instrucción escolar al educando, a esto se refiere el término de Educación Gratuita.
Para dejar más claro lo que se supone debe ser una educación gratuita cabe la siguiente definición: “es aquella mediante la cual los estudiantes no habrán de pagar por recibir la enseñanza educativa que merecen, sin embargo, como en esta vida nada es gratis, la deuda recae en la misma sociedad por medio de sus impuestos, aunque se adjudica el pago al gobierno, yo digo que es la propia comunidad social quien se hace cargo”.
Es la obligatoriedad el tercer principio filosófico, base para la educación en México; se introduce en 1942, se repite durante el imperio de Maximiliano en 1805, se vuelve a mencionar en el artículo 31 constitucional de 1917. Asimismo se encuentra sustentado en la Ley General de Educación en los artículos 3º y 4º, y en la Ley Estatal de Educación en sus artículos 5º y 6º. Implica su cumplimiento o ejecución, ya que se halla plasmada en el artículo 3º como obligación del Estado de impartir Educación Básica a todo individuo que se halle en el territorio Mexicano, pues como podemos notar el artículo 3º dice:”Todo individuo tiene derecho a recibir educación”, por tanto si existiese alguien en edad escolar y que no es precisamente Mexicano, el Estado otorgará educación básica laica, gratuita y obligatoria sin importar su condición económica, social o de nacionalidad.
Por otro lado, en el artículo 31 constitucional se asienta la obligatoriedad por parte de los padres mexicanos de hacer que sus hijos reciban educación básica, a diferencia del artículo 3º que es más general, este artículo especifica como obligación la educación, pero de los padres mexicanos a otorgarla a sus hijos o pupilos en edad escolar.
Teniendo una noción básica de lo que significa cada uno de los principios filosóficos, nace un punto en el cual se destaca la importancia de aplicar conjuntamente dichos rasgos de la educación básica mexicana, pues bien, estriba en mantener una actitud de tolerancia y combate al rezago educativo; la tolerancia está estrechamente relacionada con la laicidad, pues el ser laico implica tolerar o respetar la diversidad de creencias, el combate al rezago educativo aparece cuando se habla de gratuidad y obligatoriedad, ya que desde el momento en el cual la educación se convierte en gratuita se vuelve “más accesible” a las masas en edad escolar, asimismo la obligatoriedad hace extensa la educación, pues el Estado tiene la tarea de proveerla y los padres de mandar a sus hijos. He aquí la importancia de aplicarlos. Por la paz y la formación de un México necesitado de individuos comprometidos con su nación.
La única forma de ser un buen maestro es saber lo siguiente:
* En primera la educación debe ser laica, supongamos que no supiera esto, y yo, que suelo estar en contra de toda creencia religiosa, llegara al salón de clases criticando, contradiciendo o cuestionando las ideologías propias de cada alumno empezaría a crear un ambiente hostil, intolerante y en contra de la ley que ampara el laicismo.
* En segunda, la educación es gratuita, si no conociera este principio caería en injusticias sobre todo con alumnos de escasos recursos, por tanto es menester reconocer que mi función como docente no es hacer que los estudiantes abandonen sus estudios, sino al contrario, que los concluyan, ni tampoco cobrar la educación, para eso el gobierno me ha de pagar. Para las necesidades de la escuela se puede acudir al H. Ayuntamiento Municipal haciendo uso de recursos del ramo 33[1], por ejemplo.
* En tercera, el carácter de obligatoriedad es un pilar en la educación, y debo conocerlo porque podría estar en una comunidad donde jóvenes en edad escolar no acuden a la escuela, y posiblemente a mi me daría lo mismo, igual me van a pagar, pero al tener presente este principio me veo forzado por mi ética profesional a preocuparme por los individuos que no estudian, sobre todo buscar soluciones que posibiliten su ingreso a la educación básica.
Por tanto, al elegir ser maestro adquiero la enorme responsabilidad de formar individuos, los cuales en un futuro habrán de ser el eje de la vida, ellos sustituirán a quienes asumen los cargos que hacen funcionar la estructura social. Deseo ser portador de ejemplos, ser un modelo a seguir, por tanto desde hoy renuncio a toda práctica que implique aspectos relacionados con la corrupción y la falta de honestidad, pues definitivamente no puedo inculcar valores, si antes no los he vivido, resaltemos: “los valores son la transmisión de un yo que vivencia, es decir los valores se viven, se inculcan con la práctica no con la teoría”. Y entrados en materia de valores, un punto tocado fue la tolerancia, el cual se halla implícito en la laicidad, este valor podrá formarse si y sólo si el maestro ejemplifica dicho valor, tomar la tolerancia como una forma de vida, una forma de respeto hacia la diversidad cultural.
Con la preparación que recibo espero que mis alumnos aprendan realmente, aprendan no sólo conocimientos, sino valores y éstos reitero, es imposible enseñarlos como si enseñáramos ecuaciones matemáticas o una estructura molecular compleja, hacerlo implica ir más allá, es ser el objeto a observar por nuestros alumnos lo que formará en ellos una conciencia valoral, cuando esto suceda se hablara de una buena enseñanza de valores.
Pudimos constatar que los principios filosóficos aquí enumerados se respaldan en valores, para dejar claro cuáles son, se mencionan a continuación:
· La laicidad encuentra su relación fundamental con la tolerancia ya descrita antes, además de esta cualidad se manifiesta quizá indirectamente, la libertad, pues el laicismo en educación brinda la posibilidad de creer en lo que consideremos bueno o acorde a nuestras necesidades espirituales, asimismo el respeto se halla inmiscuido en este ambiente, ya que el hecho de creer en lo que queramos puede causar ciertas diferencias con aquellas personas creyentes de todo lo contrario o ideas muy diferentes, sin embargo se debe respetar.
· La gratuidad se ampara en un valor muy preciado, la igualdad, ya que a través de ella se intenta hacer llegar la educación a más individuos sin importar su condición, al respecto sobresale el término de universalidad, el cual implica hacer llegar la educación a todo individuo sin distinguir raza, posición socioeconómica o cultural, es decir crear en la educación un ambiente de igualdad.
· Y por último la obligatoriedad, podríamos considerar que también la igualdad y la tolerancia se buscan en este rubro, el primero porque se obliga tanto al Estado como a los padres de dotar de educación a sus hijos sin mirar sus circunstancias, el segundo porque al establecerse en el aula una diversa gama de formas de pensar tanto los alumnos entres sí como con el maestro deberá existir una actitud de “paciencia” por los distintas costumbres, asimismo el respeto se halla fuertemente relacionado con este valor.

Para finalizar sólo queda enfatizar en la enorme responsabilidad que conlleva el papel del maestro en la formación del educando, pues éste habrá de idealizar al primero, lo habrá de convertir en el ejemplo a seguir; buscaré como futuro docente contribuir por medio de la praxis, en cuanto a valores se refiere, ser lo suficientemente responsable, tolerante, precursor de la igualdad, portador de ideologías positivas que hagan de los educandos ciudadanos comprometidos con la sociedad y su mejoramiento.
Debemos tomar muy en cuenta también que es muy bueno y conveniente, pensar, reflexionar, meditar, inferir, deducir, argumentar... pero es imprescindible pasar a la acción o la praxis como señalaba en el párrafo anterior. La actividad teórica puede conducir a la práctica. El hombre de pensamiento ha de ser hombre de acción.
Hemos de abrirnos a la vida, a la dinámica de la naturaleza, a la mutación de las cosas, al fluir constante, a las diversas y cambiantes actividades humanas, al devenir del tiempo y de la historia.
Y en esta apertura nos damos cuenta del interés principal del individuo, el cual se traduce en encontrarse con un sentido en la vida, en el caso de adolescentes buscar una identidad. Quien no ha encontrado su sentido en la vida, desea hacer lo que otros hacen, refugiándose en el conformismo, o hace todo cuanto los oírosle piden hacer, perdiendo su iniciativa, o son acosados por la experiencia de su íntima vaciedad, de su vacío existencial. Este es uno de los grandes retos a vencer por el maestro, buscar que los alumnos busquen, válgase la redundancia, alternativas de solución a sus problemas, sobresaliendo del mar hacia la luz que puede proveerle el mundo, impedir al alumno convertirse en objeto del orbe o títere de los medios de comunicación[2], sino el mundo sea objeto de satisfacción para el educando.
En definitiva compromiso real de maestro forma alumno comprometido con la sociedad en verdad.


[1] El Ramo 33 es el ramo presupuestal del Gobierno Federal que agrupa diversos Fondos de Aportaciones que se distribuyen a los estados y municipios, cuya distribución y administración se apega a un calendario determinado por la Federación al principio de cada Ejercicio Presupuestal.

[2] Hoy en día los medios de comunicaron en su afán de comercialización ven en los adolescentes a un individuo sin identidad definida, por lo que ofrecen a éste una gama extensa de modas, formas de vestir par que los adopten o el joven escoja lo “más conveniente” a su parecer. Dichos medios, pero primordialmente la televisión con sus reality´s show y Telenovelas como “RBD”, “Lola” y otras más, lanzan estereotipos que suelen ser adoptados por los jóvenes. Saben que aun no poseen identidad propia y venden “la personalidad de otros”. Por tanto, el papel del profesor será necesario para orientar la adolescente en esta búsqueda.

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