El presente texto toma como referencia la segunda jornada de práctica, del 2 al 5 de diciembre, siendo el contenido de índole experiencial y teniendo como propósito forjar un análisis y como consecuencia una reflexión de mi actuación docente.
Dado que Español aparentemente es una asignatura más sencilla e implica mayor diálogo y participación de los alumnos, precisa de mayores llamadas de atención a los alumnos, sobre todo cuando no están acostumbrados a hablar por turnos, el aula se sale de control si no se les deja clara la forma de hacerse escuchar en cada participación.
El lunes y martes correspondió a una secuencia de repaso, bloque dos, temas seleccionados por la maestra tutora, tal situación me agrado, pues me dio la libertad de seleccionar y diseñar mis propias actividades, de tal forma que los alumnos aplicasen lo aprendido en el bloque. Cabe destacar, que en primera instancia las actividades las planeé para una semana, sin embargo el primer día la maestra me hizo saber que el repaso debía ser en dos, como ya esperaba algo parecido, ya llevaba las actividades del día siguiente, por lo cual no hubo ningún problema por ese lado.
Al inicio los alumnos respondieron a los ejercicios adecuadamente, empero con el paso de tiempo, se fue haciendo cansado para los alumnos, pues copia tras copia, ejercicio tras ejercicio, se les hizo tedioso, por lo que abrí un paréntesis para contarles unos chistes, lo cual les divirtió, pero tan pronto terminé les pedí que continuaran. Cabe mencionar que al término de cada actividad los alumnos debían dar a conocer sus respuesta y exponer el por qué de ellas, así también ofrecía una recapitulación y explicación de los temas.
Por otro lado, nunca faltan los alumnos “graciositos”, a los cuales era necesario llamarles la atención continuamente, mientras las actividades se realizaban no había problema alguno, sin embargo al momento de confrontar respuestas, todos quieren hablar al mismo tiempo, por lo que es necesario imponerles reglas, cuando las obedecen surge otro problema, algunos tendían a descalificar a sus compañeros, por lo que era necesario “sermonearlos” sobre lo “hiriente” que puede llegar a ser el desaprobar el trabajo de los demás. También había jóvenes que se la pasaban platicando con alguien más, tuve un caso en particular, el del joven Aldo, quien todo el tiempo conversaba con su compañera Abigail, pero ella si trabajaba, en cambio el no, así fue casi durante toda la semana, tenia que estar todo el tiempo apurándolo, para esto un día lo saque del aula, porque de plano que no entendí ni con palabras o regaños.
De hecho en un momento de desesperación recurrí a evidenciar un supuesto romance entre ambos alumnos, para que todo el grupo les hiciera burla y a ver si así se separaban, por un momento funcionó, los puse tan nerviosos y rojos, pero después volvían a lo mismo.
Durante las actividades tenia alumnos que resolvían con rapidez las actividades y para evitar que se desordenaran los ponía a revisar quienes trabajan y quienes no, así como apoyar a los que me daba cuenta tenían problemas.
En cuanto al inicio de la secuencia ¿Eva era africana? El comportamiento de los alumnos no varía. Para abordar las lecturas y darme cuenta de lo que recuerdan y comprenden de las mismas, pedía que leyeran, después a libro cerrado cuestionaba sobre aspectos que mencionaba el libro y otros que no eran muy claros pero que implicaba que los alumnos infirieran, a partir de la información que se le daba.
Como la primera lectura era comentada, los alumnos tendieron al desorden, por lo que les llame la atención, mejor dicho, los regañe y cambie la actividad de oral a escrita (escribir un cuento con base en lo comentado), con lo cual todo mundo guarda silencio y trabaja, más si se les pone tiempo limite. Los que van terminando, les pedía que iniciaran con la lectura de la segunda sesión, de esta forma se prevenía el desorden. Aquí me di cuenta que los alumnos tiene problemas, con lo que Bruer llama “Transferencia”, pues no aplican ni las comas y el uso de la h en palabras derivadas de “hacer y haber”, temas vistos en el repaso, tal vez no reconocen que son situaciones similares.
En general considero que tuve control de grupo, al respecto hay que reconocer que esto se debe en parte a que están acostumbrados a que con las llamadas de atención atienden, digamos que el estilo de la maestra tutora es pieza calve en el comportamiento que muestran conmigo, sin embargo se que me encontraré con grupos difíciles, donde no me pueda hacer gala de tener domino de grupo. En cuanto al dominio de contenidos no encontré problema que no pudiera resolverse, empero también influye el hecho de ser una asignatura en apariencia sencilla y también porque me agrada, otra cosa hubiera sido con historia, por ejemplo. En lo que refiere a los adolescentes es muy apremiante el trabajar con ellos y escuchar que desean que nos quedemos con ellos.
Por otro lado, también quiero reconocer que en esta semana de practica me percate que muchas cosas aprendidas en la Normal, en palabras de distinguidos autores, no suele funcionar en muchos ámbitos, por ejemplo C. Gótzens nos dice que al adolescente basta con darle al joven una palmadita en la espalda o mirarlo fijamente , pero esto al aplicarlo no funciona, tal vez al principio si, pero ya están acostumbrados a regaños, sin ellos no atienden, así como este pequeño ejemplo hay más…
Espero que a través de lo expuesto pueda sobreentenderse lo que refiere a manejo de contenidos, control de grupo y estrategias utilizadas en consideración a la forma de actuar de los alumnos. Por ultimo, solo queda decir que ambas jornadas de práctica terminan de reafirmar el gusto por la carrera, y me atrevo a decir que no es lo mismo ser alumno que estar frente a grupo, no hay nada más gratificante.
Dado que Español aparentemente es una asignatura más sencilla e implica mayor diálogo y participación de los alumnos, precisa de mayores llamadas de atención a los alumnos, sobre todo cuando no están acostumbrados a hablar por turnos, el aula se sale de control si no se les deja clara la forma de hacerse escuchar en cada participación.
El lunes y martes correspondió a una secuencia de repaso, bloque dos, temas seleccionados por la maestra tutora, tal situación me agrado, pues me dio la libertad de seleccionar y diseñar mis propias actividades, de tal forma que los alumnos aplicasen lo aprendido en el bloque. Cabe destacar, que en primera instancia las actividades las planeé para una semana, sin embargo el primer día la maestra me hizo saber que el repaso debía ser en dos, como ya esperaba algo parecido, ya llevaba las actividades del día siguiente, por lo cual no hubo ningún problema por ese lado.
Al inicio los alumnos respondieron a los ejercicios adecuadamente, empero con el paso de tiempo, se fue haciendo cansado para los alumnos, pues copia tras copia, ejercicio tras ejercicio, se les hizo tedioso, por lo que abrí un paréntesis para contarles unos chistes, lo cual les divirtió, pero tan pronto terminé les pedí que continuaran. Cabe mencionar que al término de cada actividad los alumnos debían dar a conocer sus respuesta y exponer el por qué de ellas, así también ofrecía una recapitulación y explicación de los temas.
Por otro lado, nunca faltan los alumnos “graciositos”, a los cuales era necesario llamarles la atención continuamente, mientras las actividades se realizaban no había problema alguno, sin embargo al momento de confrontar respuestas, todos quieren hablar al mismo tiempo, por lo que es necesario imponerles reglas, cuando las obedecen surge otro problema, algunos tendían a descalificar a sus compañeros, por lo que era necesario “sermonearlos” sobre lo “hiriente” que puede llegar a ser el desaprobar el trabajo de los demás. También había jóvenes que se la pasaban platicando con alguien más, tuve un caso en particular, el del joven Aldo, quien todo el tiempo conversaba con su compañera Abigail, pero ella si trabajaba, en cambio el no, así fue casi durante toda la semana, tenia que estar todo el tiempo apurándolo, para esto un día lo saque del aula, porque de plano que no entendí ni con palabras o regaños.
De hecho en un momento de desesperación recurrí a evidenciar un supuesto romance entre ambos alumnos, para que todo el grupo les hiciera burla y a ver si así se separaban, por un momento funcionó, los puse tan nerviosos y rojos, pero después volvían a lo mismo.
Durante las actividades tenia alumnos que resolvían con rapidez las actividades y para evitar que se desordenaran los ponía a revisar quienes trabajan y quienes no, así como apoyar a los que me daba cuenta tenían problemas.
En cuanto al inicio de la secuencia ¿Eva era africana? El comportamiento de los alumnos no varía. Para abordar las lecturas y darme cuenta de lo que recuerdan y comprenden de las mismas, pedía que leyeran, después a libro cerrado cuestionaba sobre aspectos que mencionaba el libro y otros que no eran muy claros pero que implicaba que los alumnos infirieran, a partir de la información que se le daba.
Como la primera lectura era comentada, los alumnos tendieron al desorden, por lo que les llame la atención, mejor dicho, los regañe y cambie la actividad de oral a escrita (escribir un cuento con base en lo comentado), con lo cual todo mundo guarda silencio y trabaja, más si se les pone tiempo limite. Los que van terminando, les pedía que iniciaran con la lectura de la segunda sesión, de esta forma se prevenía el desorden. Aquí me di cuenta que los alumnos tiene problemas, con lo que Bruer llama “Transferencia”, pues no aplican ni las comas y el uso de la h en palabras derivadas de “hacer y haber”, temas vistos en el repaso, tal vez no reconocen que son situaciones similares.
En general considero que tuve control de grupo, al respecto hay que reconocer que esto se debe en parte a que están acostumbrados a que con las llamadas de atención atienden, digamos que el estilo de la maestra tutora es pieza calve en el comportamiento que muestran conmigo, sin embargo se que me encontraré con grupos difíciles, donde no me pueda hacer gala de tener domino de grupo. En cuanto al dominio de contenidos no encontré problema que no pudiera resolverse, empero también influye el hecho de ser una asignatura en apariencia sencilla y también porque me agrada, otra cosa hubiera sido con historia, por ejemplo. En lo que refiere a los adolescentes es muy apremiante el trabajar con ellos y escuchar que desean que nos quedemos con ellos.
Por otro lado, también quiero reconocer que en esta semana de practica me percate que muchas cosas aprendidas en la Normal, en palabras de distinguidos autores, no suele funcionar en muchos ámbitos, por ejemplo C. Gótzens nos dice que al adolescente basta con darle al joven una palmadita en la espalda o mirarlo fijamente , pero esto al aplicarlo no funciona, tal vez al principio si, pero ya están acostumbrados a regaños, sin ellos no atienden, así como este pequeño ejemplo hay más…
Espero que a través de lo expuesto pueda sobreentenderse lo que refiere a manejo de contenidos, control de grupo y estrategias utilizadas en consideración a la forma de actuar de los alumnos. Por ultimo, solo queda decir que ambas jornadas de práctica terminan de reafirmar el gusto por la carrera, y me atrevo a decir que no es lo mismo ser alumno que estar frente a grupo, no hay nada más gratificante.
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