En este ensayo se pretende ofrecer al lector una visión de lo que fue la educación rural en México, en los años pos-revolucionarios. El pueblo necesita educarse. La educación del pueblo siempre ha sido una de las mayores preocupaciones del gobierno, por lo que a la escuela rural toca la misión de sacar al pueblo del yugo de la ignorancia y las condiciones precarias en las que pudieran encontrarse, y dado que una escuela no funciona sola, es preciso reconocer la labor del maestro docente como agente educativo y de cambio.
Situándonos con Rafael Ramírez (Concepción Jiménez, 1986), encontramos que, en el año de 1912 aparecieron las primeras escuelas destinadas al campo, cuya función era enseñar a hablar, leer y escribir el idioma castellano, así como la ejecución de las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, sin embargo, no se remedio la situación económica y cultural de las personas. Estas escuelas fueron llamadas rudimentarias.
Volviendo a Rafael Ramírez (Engracia Loyo, 1998), hallamos que el propósito de la educación rural, consistía en mover a la población rural, "de las etapas inferiores de vida hacia planos superiores en que pueda disfrutar de una vida satisfactoria y completa", esto es, incorporar a la masa campesina, retrasada cultural y económicamente, a la cultura moderna.
La escuela rural promovió que la tierra fuera de quién la trabajase con sus propias manos, en este caso, los campesinos, para lo cual debía adiestrar a los campesinos en el dominio de los trabajos agrícolas. También nos damos en cuenta que, de alguna forma u otra, se pretendía atender a todas las esferas del ser humano, pues también buscaba el mejoramiento de las condiciones higiénicas y sanitarias, asimismo intervino de forma eficaz y vigorosa en la vida doméstica, siempre con miras a elevar el estándar de vida.
Tenemos entonces que, la escuela rural era eminentemente agrícola, buscaba liquidar el analfabetismo que los cobijaba, cual sombra que impide a las plantas crecer, el punto era hacer de México una masa social homogénea en cultura e idioma (español), para lo cual, de principio debía transformar la mentalidad de los campesinos, para deshacer el conformismo y la pasividad, llevándolos a buscar el gozo de todas las ventajas de la vida, sin ser sometidos por los nuevos regímenes, pues con dice Freire (1982) la educación libera el alma, "porque sólo en la libre opción puede darse la responsabilidad y el compromiso".
Ahora bien, como mencionaba al principio, la escuela rural tenía agentes que la movilizaban para cumplir con sus objetivos, en este sentido, hablaremos del papel del maestro rural. Así pues, los maestros rurales no habían recibido una preparación especial para maestros, más bien eran personas que sabiendo leer y escribir, daban muestras de un espíritu de servicio, estos maestros eran adiestrados sobre la marcha, aprendían de la experiencia, enseñaban a niños y adultos (turno diurno y nocturno), asimismo tenía la responsabilidad de mejorar la comunidad, como ya se había destacado.
De forma más específica, los maestros trabajaban por el mejoramiento de la comunidad desde el punto de vista higiénico; mejoran los hogares, enseñan mejores métodos de trabajo, buscan mercados para los productos de los campesinos, y a decir de Ramírez, también divierten a la gente... Los maestros hacían que el vecindario se percatara de los problemas más apremiantes, de esta forma organizaban a la gente para resolverlos, conduciendo a la comunidad al progreso. Aunado a estos inconvenientes, agregaremos los que Galván E. (1987) señala. Él nos dice que algunos maestros tenían su escuela rural bajo los árboles y los materiales didácticos debían hallarse en la naturaleza. 1
Por otro lado, es preciso reconocer los problemas que enfrentaron las escuelas rurales, a través de sus maestros, así pues los maestros debían dividir su atención para conducir varios grados escolares él mismo, además nos damos cuenta que las escuelas, no contaban con los materiales, útiles y de equipo suficiente. La escuela debía luchar contra la irregular asistencia de los alumnos, la apatía de los padres, que en muchos casos solía ser conservadora.
Dado que los maestros de las escuelas rurales no habían recibido especial formación y la labor era ardua, las misiones culturales aparecen, no sólo como medio de alfabetización de la comunidad, sino buscan "elevar la preparación profesional de los maestros rurales en servicio" (Santiago Sierra, 1973), a fin de mejorar las condiciones de las escuelas rurales, perfeccionar su organización y funcionamiento.
Merece especial mención el papel de las Escuelas Normales Rurales, cuya función era formar maestros con las herramientas suficientes y necesarias para atender a la población del campo. El plan de estas instituciones se inclinaba por los siguientes rasgos, que nos da a conocer Rafael Ramírez (Engracia Loyo, 1998):
I. La adquisición de todos aquellos procesos meramente culturales, (...) información científica (...), sumándole la adquisición de hábitos de higiene y de salud. (...)
II. Los conocimientos bastantes y la destreza necesaria para trabajar en la integración del indígena y del campesino a lo que podríamos llamar la cultura moderna. El estudio del niño. (...)
III. El estudio de la vida rural y el conocimiento de los métodos adecuados de organización social para ser un eficiente trabajador del progreso económico y social de las comunidades (...).
Ahora bien, abriré un breve paréntesis para destacar lo que podría ser un inconveniente más a la labor de la escuela rural, Galván(1985), nos da a conocer a través de testimonios, si bien es cierto no habla de los maestros formados en escuelas rurales, sino de forma general, hay que reconocer que este medio no está exento de lo que la autora rescata, así pues nos dice que dentro del magisterio había, quienes no tenían la vocación, sus intereses estaban lejos del ámbito educativo, fuera porque sus padres habían sido maestros o porque simplemente los obligaban (sobre todo a mujeres) terminaban en las escuelas normales.
Con todo lo mencionado hasta el momento se ha ofrecido un panorama general del papel del la escuela rural, a través de sus agentes, empero, para dejar claramente establecido su significado, atenderemos a Rafael Ramírez (Engracia L., 1998):
"Las escuelas rurales no son sino escuelas primarias en ambiente rural, como las otras son escuelas primarias en ambiente urbano. Unas y otras están realizando esta triple función: 1. Transmitir a las tiernas generaciones la herencia espiritual de la raza; 2. Acelerar el trabajo de integración, socialización acertada y completamente a los niños con el grupo maduro de la comunidad; y 3. Estimular los diversos intereses sociales para asegurar la continuidad del progreso".
En definitiva, nos pudimos dar cuenta que la escuela rural tenía en sus manos uno de los mayores retos del México post-revolucionario: educar al pueblo campesino e indígena, sin embargo tal misión no fue fácil, dada la falta de maestros y materiales necesarios para desempeñar su labor. Llevar un pueblo entero hacia su progreso y unidad, teniendo como único recurso la educación rural y los pocos recursos no es tarea fácil.
El significado que guarda la escuela como medio de superación es muestra de la confianza que siempre se la ha dado a la educación para elevar la calidad de vida de un país entero. Por último, sólo quiero hacer hincapié en los problemas que enfrentaron estas escuelas, pues no distan mucho de lo que a diario enfrentan ciertas zonas del país en la actualidad, pero la lucha por la liberación de los pueblos aún no termina.
http://normalista-edu.ucoz.com/index/la_educacion_del_pueblo_y_para_el_pueblo/0-11
Bibliografía:
Freire, Paulo (1982). La educación como práctica de libertad. Siglo Veintiuno, Buenos Aires
Galván Escobedo, Efrén, "El compromiso del maestro rural", en Los maestros y la cultura nacional 1920-1952, vol. 3 Centro, México, Museo Nacional de Culturas Populares-SEP (Testimonios), 1987, pp. 41-50
Galván de Terrazas, Luz Elena, "Vivencias de algunos maestros durante el período post-revolucionario", en Los maestros y la educación pública en México. Un estudio histórico, México, SEP-CIESAS (Miguel Othón de Mendizábal, 1), 1985, pp. 208-215
Ramírez, Rafael, "El gran período constructivo del movimiento educacional de México surgido de la revolución", en Concepción Jiménez Alarcón (antolog.), Rafael Ramírez y la escuela rural mexicana, México, SEP- El caballito (biblioteca pedagógica), 1986, pp. 99-105
Santiago Sierra, Augusto (1973) en Las misiones culturales, México, SEP (Sepsetentas), pp. 137-149
Situándonos con Rafael Ramírez (Concepción Jiménez, 1986), encontramos que, en el año de 1912 aparecieron las primeras escuelas destinadas al campo, cuya función era enseñar a hablar, leer y escribir el idioma castellano, así como la ejecución de las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, sin embargo, no se remedio la situación económica y cultural de las personas. Estas escuelas fueron llamadas rudimentarias.
Volviendo a Rafael Ramírez (Engracia Loyo, 1998), hallamos que el propósito de la educación rural, consistía en mover a la población rural, "de las etapas inferiores de vida hacia planos superiores en que pueda disfrutar de una vida satisfactoria y completa", esto es, incorporar a la masa campesina, retrasada cultural y económicamente, a la cultura moderna.
La escuela rural promovió que la tierra fuera de quién la trabajase con sus propias manos, en este caso, los campesinos, para lo cual debía adiestrar a los campesinos en el dominio de los trabajos agrícolas. También nos damos en cuenta que, de alguna forma u otra, se pretendía atender a todas las esferas del ser humano, pues también buscaba el mejoramiento de las condiciones higiénicas y sanitarias, asimismo intervino de forma eficaz y vigorosa en la vida doméstica, siempre con miras a elevar el estándar de vida.
Tenemos entonces que, la escuela rural era eminentemente agrícola, buscaba liquidar el analfabetismo que los cobijaba, cual sombra que impide a las plantas crecer, el punto era hacer de México una masa social homogénea en cultura e idioma (español), para lo cual, de principio debía transformar la mentalidad de los campesinos, para deshacer el conformismo y la pasividad, llevándolos a buscar el gozo de todas las ventajas de la vida, sin ser sometidos por los nuevos regímenes, pues con dice Freire (1982) la educación libera el alma, "porque sólo en la libre opción puede darse la responsabilidad y el compromiso".
Ahora bien, como mencionaba al principio, la escuela rural tenía agentes que la movilizaban para cumplir con sus objetivos, en este sentido, hablaremos del papel del maestro rural. Así pues, los maestros rurales no habían recibido una preparación especial para maestros, más bien eran personas que sabiendo leer y escribir, daban muestras de un espíritu de servicio, estos maestros eran adiestrados sobre la marcha, aprendían de la experiencia, enseñaban a niños y adultos (turno diurno y nocturno), asimismo tenía la responsabilidad de mejorar la comunidad, como ya se había destacado.
De forma más específica, los maestros trabajaban por el mejoramiento de la comunidad desde el punto de vista higiénico; mejoran los hogares, enseñan mejores métodos de trabajo, buscan mercados para los productos de los campesinos, y a decir de Ramírez, también divierten a la gente... Los maestros hacían que el vecindario se percatara de los problemas más apremiantes, de esta forma organizaban a la gente para resolverlos, conduciendo a la comunidad al progreso. Aunado a estos inconvenientes, agregaremos los que Galván E. (1987) señala. Él nos dice que algunos maestros tenían su escuela rural bajo los árboles y los materiales didácticos debían hallarse en la naturaleza. 1
Por otro lado, es preciso reconocer los problemas que enfrentaron las escuelas rurales, a través de sus maestros, así pues los maestros debían dividir su atención para conducir varios grados escolares él mismo, además nos damos cuenta que las escuelas, no contaban con los materiales, útiles y de equipo suficiente. La escuela debía luchar contra la irregular asistencia de los alumnos, la apatía de los padres, que en muchos casos solía ser conservadora.
Dado que los maestros de las escuelas rurales no habían recibido especial formación y la labor era ardua, las misiones culturales aparecen, no sólo como medio de alfabetización de la comunidad, sino buscan "elevar la preparación profesional de los maestros rurales en servicio" (Santiago Sierra, 1973), a fin de mejorar las condiciones de las escuelas rurales, perfeccionar su organización y funcionamiento.
Merece especial mención el papel de las Escuelas Normales Rurales, cuya función era formar maestros con las herramientas suficientes y necesarias para atender a la población del campo. El plan de estas instituciones se inclinaba por los siguientes rasgos, que nos da a conocer Rafael Ramírez (Engracia Loyo, 1998):
I. La adquisición de todos aquellos procesos meramente culturales, (...) información científica (...), sumándole la adquisición de hábitos de higiene y de salud. (...)
II. Los conocimientos bastantes y la destreza necesaria para trabajar en la integración del indígena y del campesino a lo que podríamos llamar la cultura moderna. El estudio del niño. (...)
III. El estudio de la vida rural y el conocimiento de los métodos adecuados de organización social para ser un eficiente trabajador del progreso económico y social de las comunidades (...).
Ahora bien, abriré un breve paréntesis para destacar lo que podría ser un inconveniente más a la labor de la escuela rural, Galván(1985), nos da a conocer a través de testimonios, si bien es cierto no habla de los maestros formados en escuelas rurales, sino de forma general, hay que reconocer que este medio no está exento de lo que la autora rescata, así pues nos dice que dentro del magisterio había, quienes no tenían la vocación, sus intereses estaban lejos del ámbito educativo, fuera porque sus padres habían sido maestros o porque simplemente los obligaban (sobre todo a mujeres) terminaban en las escuelas normales.
Con todo lo mencionado hasta el momento se ha ofrecido un panorama general del papel del la escuela rural, a través de sus agentes, empero, para dejar claramente establecido su significado, atenderemos a Rafael Ramírez (Engracia L., 1998):
"Las escuelas rurales no son sino escuelas primarias en ambiente rural, como las otras son escuelas primarias en ambiente urbano. Unas y otras están realizando esta triple función: 1. Transmitir a las tiernas generaciones la herencia espiritual de la raza; 2. Acelerar el trabajo de integración, socialización acertada y completamente a los niños con el grupo maduro de la comunidad; y 3. Estimular los diversos intereses sociales para asegurar la continuidad del progreso".
En definitiva, nos pudimos dar cuenta que la escuela rural tenía en sus manos uno de los mayores retos del México post-revolucionario: educar al pueblo campesino e indígena, sin embargo tal misión no fue fácil, dada la falta de maestros y materiales necesarios para desempeñar su labor. Llevar un pueblo entero hacia su progreso y unidad, teniendo como único recurso la educación rural y los pocos recursos no es tarea fácil.
El significado que guarda la escuela como medio de superación es muestra de la confianza que siempre se la ha dado a la educación para elevar la calidad de vida de un país entero. Por último, sólo quiero hacer hincapié en los problemas que enfrentaron estas escuelas, pues no distan mucho de lo que a diario enfrentan ciertas zonas del país en la actualidad, pero la lucha por la liberación de los pueblos aún no termina.
http://normalista-edu.ucoz.com/index/la_educacion_del_pueblo_y_para_el_pueblo/0-11
Bibliografía:
Freire, Paulo (1982). La educación como práctica de libertad. Siglo Veintiuno, Buenos Aires
Galván Escobedo, Efrén, "El compromiso del maestro rural", en Los maestros y la cultura nacional 1920-1952, vol. 3 Centro, México, Museo Nacional de Culturas Populares-SEP (Testimonios), 1987, pp. 41-50
Galván de Terrazas, Luz Elena, "Vivencias de algunos maestros durante el período post-revolucionario", en Los maestros y la educación pública en México. Un estudio histórico, México, SEP-CIESAS (Miguel Othón de Mendizábal, 1), 1985, pp. 208-215
Ramírez, Rafael, "El gran período constructivo del movimiento educacional de México surgido de la revolución", en Concepción Jiménez Alarcón (antolog.), Rafael Ramírez y la escuela rural mexicana, México, SEP- El caballito (biblioteca pedagógica), 1986, pp. 99-105
Santiago Sierra, Augusto (1973) en Las misiones culturales, México, SEP (Sepsetentas), pp. 137-149
¡Buenas tardes! me parece muy interesante tu ensayo.. quisiera preguntarte si no tienes la lectura de Luz Elena Galván en digital.. es que la ocupo.. me seria de gran ayuda, gracias (:
ResponderEliminartengo dos en digital de ella, pero no la ue utilice para el ensayo... no sè si aun así las quieras, de ser así necesito tu e-mail para enviarte la información. que tengas excelente día-...
ResponderEliminaraaw :/ no, si no es la de "vivencias de algunos maestros durante el período post-revolucionario" no x) pero muchaas gracias :D am, como se llaman las que tienes ?
ResponderEliminarjajajaja ok ok ok, mira tengo dos: el discurso de la politica educativa... y... aprendizaje d enuevos saberes a través de la prensa infantil del siglo XIX... saludos
ResponderEliminarJuan
ResponderEliminarHola queria preguntar si tienes la lectura de "Vivencias de algunos maestros durante el período post-revolucionario" es la ocupo si seria posible Gracias!!
hola quisiera saber si tienes el documento sobre los maestros de ayer: un estudio historico sobre el magisterio por fa ojala que lo tengas
ResponderEliminarlo lamento pero no cuento con el texto sobre los maestros de ayer...
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