20 de septiembre de 2011

“La gestión ética de la escuela” y “¿Cómo gestionar éticamente la escuela?”


Conceptos identificados
Argumentos
La ética activa: ética de mínimos para la escuela
Las organizaciones que tienen el compromiso de responder a las finalidades marcadas por la sociedad que las acoge, deben actuar éticamente. Éste es el nivel básico de ética: la acción. Tiene como objetivo ayudar a las persona a tomar decisiones correctas. Se establece a través de códigos de actuación. Deben fundamentar sus acciones en el compromiso con las normas consensuadas y establecidas que se recogen en un código ético.
La ética reflexiva: compromiso para la escuela
Las escuelas han de trabajara para la educación, así la ética se convierte en saber practico, un saber que orienta la acción. La ética orientada a la reflexión nos conduce al concepto de gestión ética. Se potencia las dinámicas de aprendizaje y mejora.
Gestionar la cultura
El argumento es que la dirección puede gestionar activamente la cultura organizativa, y que debería hacerlo.
Sentido de la Gestión ética de la escuela
Se refiere a la actuación que pretende, de forma planificada y con objetivos de mejora, la responsabilidad, el respeto y la coherencia en las dinámicas propias de la organización. Nace del interior de la organización, actúa de acuerdo  con sus principios, sus valores, forjados y compartidos por la organización, con la intención de encontrara su lugar en su contexto y llenarlo de sentido. Gestión ética es aquella que vela por el aprendizaje organizativo, por la responsabilidad en las tareas que cada miembro de la comunidad tiene asignadas, por la creación de una cultura evaluativo de mejora.
La gestión ética del proyecto educativo de la escuela.
La gestión ética se concreta en las acciones y planificaciones que posibilitan la aplicación del modelo de persona que quiere educar, lo cual conlleva:
a)    Una definición institucional del concepto de educación.
b)    Un currículo institucional. Éste no se queda tan sólo en los contenidos y su transmisión, sino que acoge las variables del espacio, de los recursos humanos, etc.
c)    Un modelo de organización escolar. Incluye la determinación de la cultura del centro, el estilo de liderazgo, la acción responsable en el aprendizaje organizacional.

Barreras en la gestión ética de la escuela
a)    La predisposición negativa ante la gestión. Es una gestión encaminada a la toma de decisiones, las cuales afectan a las personas. Es por ello que se requiere una determinada manera de actuar, son necesarios objetivos claros y un perfil dialogante.
b)    La dificultad para entender la gestión como un servicio. Se trata de manifestar servicio activo, es decir, el que recoge las iniciativas de la comunidad educativa y las transforma, con su ayuda, en planificaciones y acciones educativas.
c)    La rigidez estructural de los centros educativos.
d)    La indefinición propia de la gestión de los centros educativos. Se requiere la formación o el establecimiento de requisitos previos para el acceso a esta función.
e)    Vivir la ética como creencia, no como humanismo. La gestión ética toma como base los valores de la finalidad que impulsa la organización, se fundamenta en los valores de la educación y en los valores de la sociedad.
Retos en la gestión ética de la escuela
a)    favorece la imagen global y positiva de la organización. La gestión del modelo pedagógico fomentando la participación de la comunidad educativa, la gestión de los problemas utilizando dinámicas de decisión en las que los valores del modelo pedagógico estén presentes, la gestión racional y coherente de los recursos de la instituciones en línea de lo que se enseña en las aulas.
b)    Favorece el aprendizaje. El aprendizaje es la herramienta en que se apoya la optimización de la gestión ética. El aprendizaje mejora la organización y la sitúa en un espacio de posibilidades de crecimiento.
c)    Favorece la participación de toda la comunidad educativa en tanto que vela por la coherencia del marco axiológico en el que desarrollan todas las acciones formativas de la institución.
d)    Favorece la coherencia y el compromiso. La coherencia es un instrumento de la responsabilidad, es el potencial más importante del centro. La gestión ética (g. e.) favorece los lazos de compromiso en hacer coherente la acción personal y colectiva
Visión compartida de la gestión de la escuela
Se gradúa en un continuo que va desde la visión del centro compartida por la globalidad de la comunidad educativa y que configura una organización cohesionada, a la visión del centro disperso. La cohesión se establece a partir de la cooperación entre los miembros de la organización y tiene como horizonte la necesidad de compartir un modelo de educación que permita una acción educativa coherente por parte de todos los miembros. Se requiere una conversación permanente, donde los individuos aprenden a escuchar lo sueños de los demás. Ayuda a establecer espacios de confianza en los momentos de dificultad para la evolución de la organización. Para ello se sugiere: Frases inacabadas, Metáforas o imágenes, Plan estratégico (misión de la escuela) y estudios de caso.
Acción compartida de la g. e.
Se trata de valorar hasta qué punto la institución educativa o los miembros que la forman, ha instaurado dinámicas de participación responsable en la vida de la institución. Participar ejercita las actitudes sociales de relación y todos los valores que conllevan. Es uno de los indicadores de calidad más relevantes.
Para ello se sugiere:
  1. Participación transversal. Establecer determinados procesos de participación que empiezan y terminan en un único estamento o grupo de la comunidad educativa.
  2. Reflexionar públicamente sobre las responsabilidades personales.  Se sugiere hacerlo en un espacio de tiempo que permita el debate, que permita la implicación en el proceso, que favorezca el compartir la responsabilidad.
  3. Procesos compartidos. Cada uno es responsable de una parte del proceso, pero también de la globalidad.

Autoridad compartida
El estilo de liderazgo se sostiene en el necesario respaldo mutuo entre quien dirige y quien es dirigido. La autoridad es el resultado de un acuerdo compartido que el colectivo deposita en quien gestiona la organización, ocupe o no el cargo especifico destinado a tal efecto. Se sugiere para ello:
  1. Delegar lo indelegable. Parece necesario que para la autoridad compartida éste debe ser distribuida entre toda la comunidad.
  2. decidir sin cargo para hacerlo. Proponemos dejar en manos de equipos, grupos de personas de diferentes estamentos de la comunidad educativa, la decisión de determinados aspectos de la vida cotidiana de la escuela.
  3. Justicia como mejora. Debe ser vivida como pauta de mejora, de mantenimiento de nuestro sistema de valores, de nuestro proyecto educativo.
La coherencia en la g. e. de la escuela
Significa actuar de acuerdo con las propias convicciones, se refiere a la acción que desarrollamos de acuerdo con los principios compartidos, lo cual tiene que ser necesariamente eficaz. Estimula y potencia el aprendizaje organizativo.
Para trabajarla se sugieren lo siguiente:
  1. Autoevaluación institucional. Son procesos de análisis de la organización con la finalidad de mejorar su funcionamiento.
  2. Comparar los documentos de g. e. con las acciones de la escuela. Deben recoger la realidad, la visión del centro, el modelo de persona que queremos educar.
  3. Ser creativos en g. Gestionar los recursos escasos, las personas diversas y plurales, estamentos distintos y opuestos, intereses divergentes, etc., además de intentar optimizar la educación institucional y la g. e., necesita de estrategias de creatividad.
  4. Desarrollar un currículo institucional ético. Se trata de impregnar la cultura de la escuela, el currículo institucional, de los valores éticos y de coherencia.
  5. Profesionales formados en la reflexión y en la praxis ética. Es ético estar informados de los contenidos de nuestra especialidad, pero también es ético actuar de acuerdo con los principios del proyecto educativo del centro, de acuerdo con la justicia, de forma responsable.

Bibliografía:

Duart Josep María (1999), “La gestión ética de la escuela” y “¿Cómo gestionar
éticamente la escuela?”, en La organización ética de la escuela y la transmisión de
valores, España, Paidós, pp. 95- 127 y 129- 149




24 de marzo de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario