20 de septiembre de 2011

¿Por qué es importante que las escuelas sean evaluadas y los resultados dados a conocer?

De inicio la evaluación tiene como meta elevar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, de ahí que sea necesaria para identificar prácticas escolares perjudiciales, y con base en la información las escuelas sean capaces de adoptar medidas de autorregulación. Por supuesto, se espera que los datos arrojados por la evaluación sean relevantes, válidos y útiles, en el sentido de que permitan considerar al alumno  individualmente y la manera en que son atendidos por los centros.
También la evaluación debe dar pautas de autorregulación al docente, una llamada de atención a su quehacer, de tal forma que busque una práctica profesional más eficaz.
 Y claro está que el centro escolar debería ser más sensible y responsable de su cometido, de tal forma que busquen medios más eficaces de evaluación sobre y hacer que estas prácticas formen parte de su vida cotidiana. Y lo anterior es interesante, porque no existe una cultura que vea con buenos ojos la evaluación, ya que se le teme por ser un medio de comparación, critica, evidenciamiento y “discriminación”, y no es para menos, el Sistema se ha empeñado en hacerla así, lo ideal sería que la evaluación generará equidad, pues si la información dicta que sectores están “mal”, allí es donde debería llegar la ayuda y no a quienes “mejores resultados tienen”, con lo cual no quiero decir que se olvide, pero en México se acostumbra a premiar al más alto y olvidarse del más bajo, incluso en el aula sucede tal cosa. Para mí la evaluación es un medio de discriminación e inequidad tal como funciona hoy día, sin embargo es necesaria, pero con otro enfoque.
La evaluación debería ser diversificada, para prestar atención a una gama amplia de logros, toda vez que el logro del hecho educativo sugiere el funcionamiento eficaz de todo un Sistema.
Si el aprendizaje es un proceso gradual de adquisición de saberes (conceptuales, procedimentales y actitudinales), el mecanismo que dé cuenta de ellos debería ser un proceso que vaya de la mano con el aprendizaje. De tal manera que, la evaluación forme parte del proceso de aprendizaje. Además, cuando hay clara relación entre los procesos, se pueden reconocer y promover habilidades y logros, durante su desarrollo, siempre y cuando se identifique el punto donde hace falta ayudar al alumno. Y esto último tiene que ver con considerar el progreso de los alumnos individualmente.
De igual manera al concebir a la evaluación en el propio proceso de aprendizaje, se ofrece al profesor información útil y a los estudiantes una retroalimentación constructiva para mejorar su rendimiento, sobre la marcha. Entonces tenemos que cuando existe una vinculación evaluación-aprendizaje, y si además de ello implicamos a los estudiantes, se promueve que ellos colaboren en un continuo proceso de aprendizaje.
Para finalizar sólo comentaré la importancia de dar a conocer los resultados, siendo realista y también idealista enumero lo siguiente.
*La escuela cumple un fin social por ende se debe a la sociedad, a ella debe rendir cuentas.
*Es menester observar cómo estamos en función de ciertos parámetros, considerados ideales.
*Identificar zonas de riesgo y las que serán favorecidas con incentivos.
*Buscar explicaciones conjuntas sobre el origen de los resultados, así como soluciones y propuestas que reorienten los procesos educativos en aquellos rubros donde se requiera.
*Llamar la atención de los centros escolares.
*Buscar pretextos para nuevas reformas innecesarias[1]
*Porque se habla de calidad, y en su origen ésta se mide en función de parámetros, y es necesario “medirla”.
*Evidenciar el mal funcionamiento de una escuela.
*Identificar escuelas de mejor calidad, y lo ideal sería que se estudiaran los procesos que se dan al interior de ella, para pretender trasladara aquellos elementos que pudieran mejorar el rendimiento del resto.

En definitiva, la escuela necesita acostumbrarse a la evaluación, y ésta requiere tomar un sentido de mejora, de identificación de áreas de oportunidad y no para discriminar, y es necesario que se conozcan los resultados porque como institución de carácter social debemos a la sociedad nuestra cometido, aún cuando se nos juzgue erróneamente por el “amarillismo” o se haga mal uso de la información, de ahí que sea perentoria una nueva visión de la evaluación.


[1] No se requieren reformas totales, simplemente se necesita hacer pequeños cambios donde hay que hacerlos. S. S.

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